Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lobrego mamífero y se peina...
Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...
Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombres se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con tristeza en la cabeza...
Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperacion, al terminar su día atroz, borrándolo...
Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Que mas da! Emocionado... Emocionado...
3 comentarios:
qué lindo! Expresa mucho en pocas palabras. Me dejó como nostálgica. Y ni si quiera se de qué!!
beshus. te queso. chaup!!!
puta la wea...
doblemente anonimo
weon yo creo que me odia.
ma carga la incertidumbre.
Quizas si supiera que me odia ya no me importaria.
El perro.
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